Por Hugo César
“El rock en Hermosillo está muerto”, ese es uno de los tantos comentarios que han sonado desde hace tiempo en la capital de Sonora, después de que varios tokines se han visto desolados por sus escuchas. Hoy en día pareciera que el rock se extingue dentro de algunos espacios que han brindado el apoyo a las bandas. Algunos dirán que cualquier escena musical empieza de cero, con un público reducido correspondiente incluso a los mismos miembros de las bandas que tocan esa noche. Sin embargo, en Hermosillo, la escena de tocadas en establecimientos comerciales viene de más a menos, con una apariencia de abstinencia, antítesis y resaca en contradicción, una negación del rock.
“El rock en Hermosillo está muerto”, ese es uno de los tantos comentarios que han sonado desde hace tiempo en la capital de Sonora, después de que varios tokines se han visto desolados por sus escuchas. Hoy en día pareciera que el rock se extingue dentro de algunos espacios que han brindado el apoyo a las bandas. Algunos dirán que cualquier escena musical empieza de cero, con un público reducido correspondiente incluso a los mismos miembros de las bandas que tocan esa noche. Sin embargo, en Hermosillo, la escena de tocadas en establecimientos comerciales viene de más a menos, con una apariencia de abstinencia, antítesis y resaca en contradicción, una negación del rock.
Dentro de esa percepción, se
menciona que ya no hay tocadas como antes, que se perdió la identidad y la esencia,
que los grupos ya no tocan por gusto sino por vanidad, que no existen bandas
que aporten. Para contrastar lo anterior y evidenciarlo, un servidor se
sumergió más allá del subterraneo desconocido por la gente en riesgo de
vegetación, y pudo apreciar que la escena rockera está activa, que hay muchas
bandas con propuestas genuinas e interesantes, que los comentarios son el
azolvamiento de una concepción carcomida por las tocadas en bares, exclusión de
propuestas y la megalomanía de muchos de sus personajes. A todos ellos les
decimos ¡jodanse!, el rock sigue vivo, un recurso renovable no apto para
narcisistas con impotencia musical.
El pasado 20 de diciembre de 2016,
la banda Jueves de peñasco organizó
el evento “La choza de los superpequeñines”, una tocada que empezó alrededor de
las 7:00 pm en una colonia al norte de la ciudad y que de manera puntual tuvo
un lleno total dentro de una escena subterránea tradicional. Además de los
anfitriones, las bandas Señor Kino, Fixion, Slaves y Buzzkill,
estremecieron el lugar generando un baile sónico y caótico entre los asistentes,
un garage sicodélico envuelto de sonidos grunge, punk, fusión y noise. El tiempo
siguió su curso y pude apreciar la verdadera esencia del rock, dentro de un
pequeño lugar con gente bailando a mi alrededor, sin críticas ni pretensiones,
a nadie le importaba el orden de los factores, a nadie le importó abrir o cerrar, aquí todos son primeros y
últimos a la vez.
Esa misma noche tuve la oportunidad
de platicar con Karl Neudert (KN), vocalista de la banda Señor Kino, quien, de
manera muy atenta y generosa, contestó las etílicas preguntas de un servidor
(HC) el cual se encontraba dentro de una paramnesia de recuerdos y trastorno de
nostalgia.
HC. ¿Cuándo inicia señor Kino?
KN. Empezó en diciembre de 2015,
yo iba en secundaria, escuchaba mucho rock y junto con Carolina (bajista actual)
decidimos hacer la banda. Un día le dije que haríamos el grupo y con el tiempo
resultó. Con ella congeniaba mucho en los gustos musicales que teníamos y
comenzamos a practicar entre los 14 y 15 años, luego se fueron incorporando el
resto de los integrantes.
HC. Tienen influencia de grupos
actuales como los Blenders, ¿Qué otras influencias consideras forman parte de
ustedes?
KN. Creo que cuando escuché a
bandas como O tortuga y los Blenders tuve un gusto por una escena musical que
se estaba desarrollando en la ciudad de México, comprendí que teníamos preferencia
tanto por el surf como por el garage y decidimos hacer algo similar aquí, algo
que otras bandas no estaban haciendo.
HC. ¿Se sienten dentro de un
sonido garage o neogarage?
KN. Es como una combinación de
los subgéneros, del punk, del surfpunk con derivados de garage.
HC. Algunas personas pensarían
que tiene un sonido argentino alternativo, ¿hay algo de ahí o simplemente así
suena actualmente el garage?
KN. Tal vez inconscientemente. Hay
bandas argentinas de shoegaze que escuchaba mucho y que les mostraba a mis
amigos, yo les decía que así quería sonar y entre todos fuimos formando un
sonido, evolucionando poco a poco. Tenemos canciones que son un poco de surf,
otras más lentas y tristes, y algunos cercanas al postpunk.
HC ¿Algunas bandas que te gusten
de Sonora?
KN Todas las que están tocando ahorita
aquí jajaja. Quisimos tomar todo lo que estuviera fuera del metal, fuera del
ska y fuera del rap, que es como lo más fuerte en Hermosillo, y lo que me gusta
es que están saliendo nuevas propuestas, como Slaves que es industrial, u otras
bandas de amigos que tocan shoegaze.
HC ¿En qué edad ubican a su público?
KN La verdad tenemos un público
adolescente, talvez por las letras o por las influencias que tenemos.
HC ¿Qué es Sr. Kino y a qué
aspira?
KN. Empezó como un juego. Al
principio teníamos un poco de temor por el género musical que tocamos, no
veíamos que fuera del gusto de la gente, pero empezamos a gustar y nos
apoyaron, fue de ahí que decidimos tomárnoslo en serio, en grabar un álbum más
formal y continuar con el proyecto.
HC. Entonces ya cuentan con grabaciones
independientes
KN Contamos con un EP producido
por la Casa Producciones, el cual nos gusta mucho pero el próximo álbum estará
mejor (jajja) porque el sonido que teníamos ahí éramos solo de tres, más bien
es un demo de los que queremos hacer.
HC. Viendo que son una banda
joven con canciones originales, qué le pueden decir a los grupos emergentes que
tocan covers
KN. Que se arriesguen, así empiezan
las bandas, todo comienza por un riesgo, es importante, empezar, tocar y no
aguitarse si a la gente no le gusta lo que tocas, sino que te guste.
HC. Son una banda muy enérgica a
diferencia de otras bandas, ¿de dónde sacan eso?
KN. Nos gusta sentir la música, divertirnos
y ver que la gente se divierta, eso te prende, te emocionas ver cómo a la gente
le gusta.
HC. ¿Por qué señor Kino?
KN. Quisimos tomar un nombre
playero, pudimos llamarnos Sr Guaymas o don Empalme pero optamos por Señor Kino,
por la bahía.
HC. ¿El rock está muerto en
Hermosillo?
KN. No jajajaja
HC. Gracias por la entrevista,
quisiera que dejaras tu nombre para el registro.
KN. Por nada, soy Karl Neudert
HC. ¿Si es tu nombre? o ¿es tu
seudónimo?
KN. Si, es mi nombre.
HC. Bien, un poco fuera de lo
común, supongo que te lo han dicho.
KN. Si, casi todos los días
jajajja….